¿Cuál es la diferencia entre reciclar y reutilizar?
Con frecuencia, cuando escuchamos las palabras “reciclar” y “reutilizar” pensamos que son sinónimos, e incluso los utilizamos de ese modo. Sin embargo, son dos cosas diferentes, y si te interesa convertirte en un agente de cambio que realice acciones para proteger al medio ambiente, debes conocer las diferencias. ¡Quédate, te las contaré!
¿Qué es reutilizar?
Reducir, reciclar y reutilizar son las 3 R’s del cuidado del medio ambiente. La reutilización, como su nombre indica, volver a utilizar un objeto o material que era de un solo uso, que ha llegado al final de su vida útil, o que dejó de funcionar para la aplicación para la cual se diseñó.
Con frecuencia, las personas reutilizan materiales en forma de manualidades, ya que de este modo la creatividad es la mejor aliada. Por ejemplo, un suéter viejo, que ya no te queda o que te regalaron y no te gusta puede ser transformado en una hermosa cama para tu mascota. Únete al cambio
Las ventajas de reutilizar radican principalmente en no generar basura, no tener que comprar nuevos materiales para objetos de uso diario y en aprovechar los materiales que tenemos en casa para embellecer el hogar y cuidar el medio ambiente.
Por ejemplo, un garrafón viejo, o una botella de plástico se pueden convertir en hermosas macetas; las playeras viejas pueden transformarse en trapos de limpieza; los frascos de vidrio pueden volverse recipientes para especias.
Darles usos alternativos a los productos antes de desecharlos como basura es una gran ayuda para el medio ambiente, ya que se generan menos residuos que terminan en los vertederos. Como consumidor, reutilizar te ayudará a ahorrar y a despertar tu creatividad para darle un nuevo uso a los residuos.
¿Qué es reciclar?
Reciclar es un concepto más amplio, que comienza con la separación de los residuos que generamos, de modo que puedan llevarse a plantas de reciclaje donde se les retiran las etiquetas, se limpian y se utilizan para transformarlos en nuevos materiales de producción. Por ejemplo, al utilizar botes de basura para plástico, todas las botellas recopiladas reciben un tratamiento para fundir el plástico y volver a moldearlo para obtener el mismo objeto o uno diferente.
Este mismo ejemplo aplica en otras industrias, como la del papel. Las hojas de libretas, periódicos, folletos, revistas, entre otros se pueden reciclar para obtener nuevas fibras y fabricar productos de papel reciclado.
La principal ventaja del reciclaje radica en el ahorro de recursos de producción. Por ejemplo, en la producción de papel se requiere menos fibra virgen obtenida de la tala de árboles y se obtienen fibras recicladas listas para nuevas aplicaciones. Generar menos residuos reduce los costos y el impacto en el medio ambiente.
¿Qué es mejor, reciclar o reutilizar?
Tanto el reciclaje como la reutilización reducen el impacto ecológico de la actividad humana, ya que los recursos utilizados en la producción son limitados, requieren otros procesos en los que se utilizan recursos naturales como agua, y son muy costosos para las empresas.
Además, ambas opciones se pueden aplicar tanto en la vida cotidiana como en negocios y empresas. Por ejemplo, en tu hogar puedes lavar los frascos de cristal y usarlos para guardar especias, separar tus residuos y depositarlos en los contenedores correspondientes para que puedan transformarse en nuevos productos.
Y si tienes un negocio o empresa, fomentar la reutilización y reciclaje es una forma de contribuir con el cuidado del medio ambiente e invitar a tus empleados y clientes a adquirir hábitos enfocados en la protección de nuestro planeta.
La cuarta R y su importancia en el cuidado del medio ambiente
Al concepto de las 3 R se le ha añadido otra que es de gran importancia para el cuidado del medio ambiente: “rechazar”. Este concepto se sitúa en el primer lugar de la cadena y consiste en decir “NO” a todos aquellos productos que no son buenos para el medio ambiente y optar por alternativas reutilizables.
Por ejemplo, en vez de comprar botellas de plástico de un solo uso, elegir botellas resistentes y reutilizables; optar por baterías recargables en vez de desechables; comprar más alimentos orgánicos y preparados en casa que productos ultraprocesados y que tienen muchas envolturas; rechaza los empaques de unicel y opta por los fabricados con materiales biodegradables y que tienen un menor impacto en la naturaleza.
Si tienes un negocio de comida, optar por envases desechables biodegradables y compostables es una forma de cuidar el medio ambiente y seguir ofreciendo alternativas para servir y transportar los alimentos de tus clientes.
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